El trabajo es una fuente de desarrollo profesional puesto que además, mientras que hace algunas generaciones era habitual que un trabajador comenzase a trabajar y se jubilase en el mismo puesto de empleo, sin embargo, hoy día, la mayoría de los trabajadores aspiran a progresar laboralmente en base a sus inquietudes e ilusiones.
Sin embargo, la frustración es una realidad hoy día en el caso de aquellos jóvenes que tienen la formación necesaria para encontrar un trabajo, sin embargo, no encuentran una oportunidad con la que poder materializar sus sueños.
El desempleo afecta de forma muy importante a las personas jóvenes puesto que muchos menores de 25 años todavía no han encontrado su primer trabajo. Un dato sorprendente en una generación que tiene un alto grado de cualificación. Sin embargo, hoy día, algunos jóvenes tienen una alta formación teórica pero carecen de la formación práctica propia de la experiencia.
El desempleo produce tristeza, dolor, sufrimiento y a veces, impotencia puesto que las personas jóvenes ya no saben qué deben hacer para poder encontrar un empleo. Lo cierto es que en este sentido, conviene relajarse emocionalmente y entender que el desempleo hoy día, es un problema general que afecta a un amplio sector social.
Una persona joven que esté en desempleo puede aprovechar el momento para realizar cursos de formación puesto que lo más importante para evitar la ansiedad es mantener el tiempo ocupado con un sentido. También es posible soliciar una beca de formación o viajar al extranjero para aprender un idioma.