El Fortwo ya es una herramienta ideal para la ciudad, pero al renovar la versión eléctrica de su coche urbano favorito, Smart nos ofrece un juguete perfecto para las metrópolis de hoy en día, que están a la caza de cualquier cosa que queme combustible. Pero, ¿cumple realmente este Smart Fortwo Electric Drive todas las expectativas de un habitante de la ciudad que busca el medio de movilidad definitivo?
El Smart es un objeto de culto para la ciudad. El pequeño coche alemán lo es precisamente por dos términos recurrentes: moderno y urbano. Hay que decir que sus atributos lo convierten en una auténtica «arma» en medio de la jungla de cemento, y aunque los precios suelen ser muy elevados, el Smart Fortwo siempre ha sabido encontrar su público, y hay que reconocer que sigue siendo inimitable, y eso a pesar de compartir sus entrañas con su primo de Renault, el Twingo.
Sin embargo, las futuras normas medioambientales y las exigencias de varios gobiernos para los próximos años están obligando a los fabricantes a cambiar su enfoque. La electricidad es cada vez más importante y parece ser el camino a seguir para las marcas de automóviles, incluidas las que se especializan, como Smart, en coches exclusivamente urbanos. Sin embargo, Smart no ha esperado a que el viento cambie para añadir otra cuerda a su arco: el Fortwo Electric Drive.
Esto existe desde 2007 y Smart aprovecha esta nueva generación del Fortwo para renovarlo. El nombre no cambia, pero todo lo demás ha evolucionado. La arquitectura básica sigue siendo la misma: el Smart Fortwo Electric Drive es un coche de tracción trasera con motor. El paquete de baterías de 17,6 kWh (más de tres veces más pequeño que el de la versión básica del Tesla Model S), desarrollado por Accumotive, una filial alemana de Daimler, está situado en el suelo bajo los asientos delanteros. El principal problema, al final, es la falta de espacio en un coche de 2,69 metros de largo, señala el concesionario de coches de segunda mano en Madrid Crestanevada. En consecuencia, las baterías no son enormes y la autonomía tampoco. Smart afirma una autonomía de unos 160 km según el ciclo de homologación, pero mucho menos en la realidad, como veremos a continuación.
En el interior, el Fortwo «ED» (Electric Drive) ha cambiado mucho. El decepcionante acabado del modelo anterior ha sido sustituido por un paquete mucho más convincente con un montaje serio. Aunque algunos de los materiales siguen siendo poco favorecedores, hay que saludar el esfuerzo realizado por Smart en materia de calidad percibida. Por lo demás, hasta los más inexpertos se orientarán fácilmente: tenemos una caja de cambios automática, una pantalla multimedia táctil de 7 pulgadas y un cuadro de instrumentos totalmente digital que destila toda la información necesaria para la conducción, incluida la de un coche eléctrico, como el consumo de combustible, el porcentaje de carga restante y la autonomía. Como Smart ha instalado las baterías en el suelo, el volumen del maletero no se reduce y se mantiene en 260 litros en la configuración clásica. No pusimos maletas grandes en él, pero sigue siendo correcto dado el tamaño total del coche, que se reduce al mínimo.
Ahora es el momento de girar la llave y esperar el pequeño «bip» que nos indica que el motor está en marcha, hecho que se indica con un «ready» en el cuadro de instrumentos. Las primeras vueltas confirman todas las ventajas del coche eléctrico, especialmente en la ciudad: aceleración vigorosa, aceleración interesante y una conducción muy suave, sin tirones. La extraordinaria manejabilidad del Fortwo (radio de giro de 6,9 metros, es decir, casi un 40% menos que el de un Renault Zoe) es una maravilla, tanto que las amplias avenidas de Miami parecen casi demasiado grandes para las capacidades del Smart. El ángulo de dirección tiene que adaptarse a las carreteras americanas, que son lo suficientemente anchas como para que un Ford F150 pueda hacer un giro en U. Conducir un Smart Fortwo, y además eléctrico, en el país de las camionetas y los V8, es un poco como llevar tu propia ensalada vegana a un Burger King: todo el mundo te mira con un toque de curiosidad y se pregunta de dónde has salido y te sientes totalmente fuera de lugar…
Unas rápidas palabras sobre las prestaciones del coche alemán: se dice que tarda 11,2 segundos de 0 a 100, lo que no es muy bueno para un coche eléctrico, mientras que la velocidad está limitada electrónicamente a 130 km/h. En cualquier caso, y te recordamos, este Fortwo no está en absoluto pensado para viajes por autopista o interurbanos de demasiada distancia. Se utilizará en el centro de la ciudad, y punto.