En la sociedad actual asistimos a un incremento de los viajes a países “exóticos”, lo cual además de ser interesante y enriquecedor culturalmente, no deja de conllevar unos riesgos sanitarios que debemos minimizar todo lo posible. Previamente debemos realizar una visita al médico de cabecera, para que nos dé los consejos sanitarios pertinentes, realice una revisión de las patologías que padezcamos y nos recete la medicación que tomamos de forma habitual en la cantidad suficiente para cubrir el tiempo de estancia en el extranjero.
Se debe, así mismo, consultar en las Direcciones Provinciales del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) e informarnos de los acuerdos en materia sanitaria con otros países. También, se debe consultar en la Delegación de Salud sobre el destino elegido para que nos informen sobre la obligación y/o recomendación de vacunas, ya que en algunos países se exige algunas vacunaciones de forma obligatoria, que se nos debe administrar en los Centros de Vacunación Internacional.
Entre las vacunas obligatorias destaca la de la Fiebre Amarilla, que es obligatoria para entrar en algunos países, exigiéndose el Certificado Internacional de Vacunación y entre las recomendadas se encuentra la del cólera, fiebre tifoidea, hepatitis A, hepatitis B, meningitis meningococica (obligatoria para viajar a Arabia Saudí durante el periodo de Peregrinación a la Meca), poliomielitis, rabia y tétanos.
Mejor prevenir que curar
Lógicamente, tendremos que planificar el viaje con tiempo suficiente ya que las vacunas precisan un tiempo, que varía de unas a otras, para generar inmunidad y algunas precisan varias dosis. Otro punto importante es la prevención del paludismo o malaria, enfermedad muy extendida y que afecta prácticamente a todos los países tropicales.
Actualmente no existe vacuna por lo que la profilaxis se basa en la toma de una serie de medidas como son: Evitar la picadura del mosquito que la transmite, evitando salir entre el anochecer y el amanecer (periodo del día que suelen picar más) y usar ropa con manga larga y pantalón largo; usar repelentes de mosquitos en las partes del cuerpo expuestas; si las ventanas y puertas no tienen mosquitera cerrarlas por la noche y usar una mosquitera alrededor de la cama fijándola bajo el colchón; y, por último, pulverizar insecticidas.
Recordar también, que es fundamental tomar la quimioprofilaxis adecuada la cual debe ser prescrita por el personal sanitario especializado.