El biofeedback (palabra inglesa que significa “retroalimentación”) es una técnica terapéutica que ha demostrado su eficacia en el tratamiento de personas que sufren una variedad de trastornos o enfermedades. Una definición simple del término “biofeedback” es que es una técnica que permite que las personas aprendan a controlar su actividad cerebral o fisiológica (por ejemplo, tasa cardíaca, respiración, temperatura o actividad muscular) para así mejorar su salud o su rendimiento.
Mediante el entrenamiento con biofeedback, se enseña al paciente lo que está ocurriendo dentro de su cuerpo y de su cerebro, en el momento en que está pasando. Al ver de forma continua las señales relacionadas con cada función biológica, los pacientes pueden darse cuenta de cómo modificar el efecto que sus pensamientos, sentimientos y sensaciones tienen sobre su fisiología. De esta manera, se puede llegar a controlar el funcionamiento del cuerpo hasta alcanzar un nivel óptimo de funcionamiento en cada momento de la vida diaria.
Avances tecnológicos recientes han hecho posible medir con extrema precisión cambios fisiológicos del organismo que se señalan mediante luces, sonidos, imágenes o música. Bajo la dirección de un especialista y mediante los datos adquiridos por estos equipos ultrasensibles, el paciente aprende a alterar su tasa cardíaca, a modular su respiración, a relajar su musculatura, o a aumentar la temperatura de su cuerpo. Eventualmente, cada persona puede llegar a controlar sus reacciones fisiológicas y normalizar aquellas que lo requieran en cada enfermedad o trastorno.
Hoy en día, se fomenta la participación del paciente en su propio tratamiento, mediante un papel más activo en la regulación de su propia salud y la prevención de enfermedades. Por ejemplo, se potencia el ejercicio, una buena dieta, un consumo responsable del alcohol, factores estos que reducen la probabilidad de adquirir una enfermedad y aumentan la esperanza y la calidad de vida.
Mediante el tratamiento con biofeedback, se puede abordar con éxito el estrés, reducir la ansiedad o el dolor crónico, aumentar el rendimiento cognitivo y deportivo, o tratar el déficit atencional. Asimismo, el biofeedback es útil como terapia complementaria en el tratamiento de una serie de patologías fisiológicas como el asma, la hipertensión, el síndrome de colon irritable o la enfermedad de Raynaud.